Hemos oído repetidas veces: «no sé qué hacer con este muchacho, se mueve constantemente, todo lo quiere coger; envían notas todos los días del colegio que no atiende a clase; es irreverente con los profesores y compañeros; es muy descuidado en su vestir, con sus libros, con sus pertenencias; ha perdido años, por no cumplir lo encomendado en el colegio, más no porque no pueda; etc, etc,» resumiendo es supuestamente, aquel niño malcriado, insoportable, totalmente desadaptado y que los maestros y padres llaman el típico despreocupado ó “vago“; no saben qué hacer con él y lo peor es que acuden a diferentes tratamientos al azar, ignorando que se trata de aspectos neurológicos y psicológicos, que podemos detectar tempranamente y con excelentes resultados.
Los comportamientos de estos niños los lleva a que su rendimiento escolar sea bajo, no ponen atención durante la explicación de clase, su indisciplina es extrema, son agresivos e impulsivos con sus compañeros, en algunos casos se auto-lastiman y lastiman a sus compañeros, el proceso de asimilación del aprendizaje es bajo, son olvidadizos, el proceso de recuperar información es lento y en la mayoría de casos nulo, son muchos comportamientos que se pueden presentar, se van acumulando y los van rotulando como niños necios que se ubican dentro del grupo de los malos .
Las dificultades en la asimilación del aprendizaje son claras, hay dificultad a nivel de percepción visual confunde “b“ por “d“, “p“ por “q”, palabras, “casa” por “pasa“, dificultades para organizar su espacio, confusión de derecha e izquierda; en la percepción auditiva puede confundir órdenes porque su captación puede ser más lenta o incompleta; dificultades de integración, confundiendo la secuencia de los pensamientos o de los eventos; dificultades de abstracción, organización y de memoria, es decir , el rendimiento académico es bastante bajo, debido a esta serie de dificultades.
La mayoría de veces es un niño con baja autoestima porque él es consciente de su deficiencia, pero no se explica el por qué. La autoestima de estos niños cada día se minimiza y los trastornos de comportamiento son cada día más graves, generando la deserción escolar o la mediocridad en rendimiento, niños que según los padres, pasan raspando o no se explican cómo pasaron el año. Aunque su comportamiento ágil e inquieto no lo demuestre, son niños que sufren y que no se explican su manera de actuar, alguno de ellos pueden volverse depresivos y otros se acostumbran a ser conformistas.
Todo niño de 0 a 3 años, manifiesta una inquietud normal acorde a la madurez de su desarrollo motor, el bebé necesita moverse con libertad y no se puede pretender mantenerlo quieto en un solo sitio por tranquilidad de sus padres, por el contrario aquella inquietud y aquella curiosidad nos está indicando que hay una buena capacidad intelectual y motora, porque es consciente y reconoce todo cuando está sucediendo a su alrededor.
Cuando se hace una evaluación completa a nivel neuropsicológico y se descartan situaciones neurológicas, se pueden encontrar bloqueos emocionales; son aquellos niños que son rechazados o que pasan por momentos difíciles, bien sea, por separación de sus padres o maltratos psicológicos recibidos tanto en el hogar, como en el colegio, por parte de sus compañeros o de los profesores, estos niños empiezan a defenderse, tomando una actitud de exceso en actividad, son como unos motorcitos que nadie los puede controlar, pero esta situación es momentánea, es decir de meses, no continúa como veremos más adelante en el cuadro de Alteración del Desarrollo de la Atención. En estos casos se hace intervención a nivel de psicológica con orientación a los padres para valorar las capacidades del niño y hacerlo consciente de que no es responsable de lo que sucede en su entorno y menos de reacciones inadecuadas de los adultos.
La Alteración del Desarrollo de la Atención, se puede manifestar con hiperactividad que son la mayoría de casos o sin ella. Estudios recientes han revelado que el 30% de escolares sufren esta alteración, y no se sabe manejar por parte de los profesores ni de los padres y terminan marcando a los niños como vagos e insoportables.
Las causas de la hiperactividad no están aún muy claras pero al parecer este exceso de actividad tiene su origen a nivel de sistema nervioso, bien sea por inmadurez en los procesos intercelulares, deficiencia en los procesos bioquímicos, ó dificultades en el desarrollo psicomotor después del nacimiento; esta pequeña aclaración para hacer conscientes a los padres, que es un actitud no voluntaria del niño y que él mismo no se explica porque actúa inadecuadamente.
Hay una serie de características para conocer al niño hiperactivo con déficit de atención:
- Tiene dificultad para concentrarse
- Actúa antes de pensar
- Se le dificulta planear el trabajo y generalmente no termina lo que empieza
- Le cuesta quedarse en un solo lugar y constantemente se mueve
- Es irritable, testarudo, explosivo
- Pone resistencia a las normas, no las respeta, y quiere que se haga su voluntad
- Interrumpe constantemente las actividades de los demás que le rodean
- Arma pataletas y berrinches tanto en el hogar como en el colegio
- Sus modales no son ideales y su vocabulario tampoco
- Es egoísta e impulsivo
- Constantemente mueve alguna parte de su cuerpo, juega con sus piernas, brazos, dedos de las manos, etc.
- Es poco cuidadoso de su presentación personal y es discusión constante con sus padres.
- Todo se le pierde, útiles, sacos, lápices, etc.
- Es brusco con sus compañeros, hermanos o personas desconocidas.
- Posee buen nivel de inteligencia, todo lo cuestiona y se interesa por situaciones para él desconocidas
- Se le dificulta la interacción con personas o lugares desconocidos, poniendo resistencia.
- Duerme muy poco, con pocas horas de sueño es suficiente descanso.