Durante más 30 años de experiencia, en intervención de psicológica clínica, realizada a niños con capacidades altas y/ o superiores, he podido comprobar que son niños poco felices.
El medio que los rodea, familiar, intelectual, social, etc. no satisface sus deseos y expectativas frente a su diario vivir y proyecto de vida; es de ahí, que tenemos que conocer las capacidades y potencialidades que tienen los hijos para saberlos encaminar y guiar adecuadamente, sin rótulos de ser genios o de capacidades excepcionales, sino encausarlos hacia una vida feliz propia de cualquier niño o adolescente.
Es necesario que los padres conozcan y canalicen las capacidades/potenciales de sus hijos de manera oportuna en beneficio de su propia autoestima y evitar que se conviertan en trastornos de comportamiento.
Este articulo de la BBC, es de gran importancia, ya que invita a la reflexión de padres para detectar potenciales cognitivas altas en sus hijos.
Si la ignorancia da la felicidad, ¿es la inteligencia sinónimo de tristeza? La opinión general parece decir que sí.
A pesar de las ventajas que tiene ser más listo que los demás, la realidad es que poseer un coeficiente intelectual alto no está relacionado directamente con tomar mejores decisiones, de hecho, muchas veces puede implicar exactamente lo contrario.