Estabilidad Económica vs. Estabilidad Emocional

Es cada vez más frecuente en consulta encontrar adolescentes y niños con comportamientos disruptivos. En palabras simples los comportamientos disruptivos son comportamientos que los niños o adolescentes normalmente no deberían estar presentando. Algunos ejemplos son agresividad, tristeza, apocamiento, introversión, poca o nula comunicación, etc.

En la mayoría de los casos estas situaciones se originan por comportamientos de los padres quienes no son conscientes de los mismos. Un ejemplo muy común hoy en día es el deseo de asegurar la estabilidad y crecimiento económico.

Las carencias económicas en la infancia de algunos padres y madres de familia hacen que estos busquen no repetir estas situaciones en sus actuales hogares. Sin darse cuenta entran en una “lucha” permanente por solucionar el tema económico y darles a los hijos lo que ellos, los padres, no tuvieron en su infancia. Lo económico es importante y válido pero cuando la mayoría de tiempo y atención se dedica solamente al logro y adquisición del recurso financiero, en la mayoría de los casos, se desentiende el crecimiento emocional de los hijos, generando inadecuada comunicación intrafamiliar. Se crea una excusa inadecuada para el rol INTEGRAL de padres “justificandosé y apoyándose”en el cumplimiento de lo laboral y/o lo productivo.

Es una simple balanza: gran parte desde la atención y tiempo se destina al trabajo, la empresa, el negocio, etc y lo que queda en tiempo y energía se “entrega” a los hijos o familia. Sin percatarse se gana en “ solvencia económica».

Son padres ausentes que ejercen muy bien su papel en el crecimiento económico a través de la empresa, trabajo o negocio; concluyendo y validando que es muy lucrativo su esfuerzo en beneficio de una mejor calidad de vida para la familia. Los hijos lógicamente tienen educación, vestido, vivienda y diversión de “calidad”, que hacen que su vida sea de logros y beneficios únicamente. Se delega la educación del hogar a otra persona adulta (abuelos, tíos, primos, empleada doméstica) que sustituye el papel de los padres; a medida que pasa el tiempo, los hijos crecen y empiezan a reemplazar esa carencia de padres en otras actividades que les genere exceso de adrenalina o gratificación, bien sea, actividades como deportes extremos, emociones sin control, que la mayoría de veces pueden ser conductas adictivas, como canalización de esa carencia afectiva.-

Padres que en ocasiones llegan irritables a sus hogares, por la jornada laboral diaria, y sin darse cuenta descargan ese stress (con regaños, malas palabras y en ocasiones castigos físicos) en actividades de vida cotidiana de sus hijos, que generalmente es en la colaboración de tareas y terminan los niños asimilando, que las tareas escolares son castigo y un momento no grato.

Adicionalmente surge otro punto importante: se confunde amor con provisión ! A los hijos se les da juguetes costosos y de moda, los padres los satisfacen, y es así, como van creciendo con la necesidad de ser reconocidos por el «tener», son vistos por sus similares como pudientes económicamente; estos pedidos van creciendo con el tiempo, y los padres no caen en cuenta, ocultan el sentimiento de culpa de no estar en casa, lo reemplazan con supuestas necesidades costosas.

Otro factor importante, es la ambivalencia en autoridad, tema que desarrollaré en otro artículo – si el padre dice no, la madre dice sí, o lo contrario, y la permisividad – a todo se les dice sí – ; esto genera en el niño, que el nivel de compromiso y el autocontrol no se está formando, son caprichosos y se le tiene que satisfacer en todo inmediatamente. Falta absoluta de normas y hábitos en casa, llegando en extremos a irrespeto hacía los padres dentro del hogar.

La presencia de padres es parte de la responsabilidad que se debe tener cuando se decide concebir un hijo; así los niños estén en el mejor centro educativo de la ciudad, no se debe delegar esta formación de responsabilidad de los valores y nivel de compromiso únicamente al colegio o jardín.

Es una reflexión que debemos hacer para formar nuestros adolescentes en futuros adultos con estabilidad emocional. Debemos ser conscientes que nuestro principal objetivo como padres debe ser formar seres humanos gratificados, felices en sus estudios y demás vivencias de la vida.

Reflexiones y puntos a tener en cuenta:

  • Es necesario e importante buscar el equilibrio entre la solvencia económica y la gratificación emocional de los hijos: Se debe planear, organizar y tomar las decisiones siempre pensando lo mejor para la familia.
  • Dedicar el tiempo justo a la empresa y al hogar, planear y ejecutar tiempo de calidad.
  • Es responsabilidad de los padres brindar ternura, amor y seguridad a sus hijos desde la primera infancia, no buscar padres sustitutos.
  • Si los padres llegan cuando sus hijos están dormidos y salen al trabajo antes de que estos se levanten, son hijos que pueden estar siendo abandonados emocionalmente, porque ven a sus padres solo el fin de semana.
  • La jornadas extensas de trabajo de sus padres genera en estos cansancio y stress, y al regreso a casa, la atención a sus hijos no es la ideal.
  • Cuando hay solvencia económica y jornadas extensas de trabajo de los padres, se confunde educación y amor con regalos excesivos y costosos para sus hijos y exceso de permisividad.
  • Mejorar la comunicación entre padres, para no fomentar la ambivalencia de autoridad en sus hijos.
  • Distribuir el tiempo laboral y el tiempo que se les dedica a los hijos, desde primera infancia hasta la adolescencia; los comportamientos disruptivos son llamados de atención que están disfrazando un grito silencioso “NECESITO A MIS PADRES“.

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